lunes, 12 de noviembre de 2012

El espejo del alma


Damas y caballeros, les presento lo que popularmente se conoce como "canon de belleza":


Muchos vais a decir "Ay omá que rica". Muchas diréis "Ojalá estuviera yo así". Pero más allá, lo que realmente se ve (y sin ánimo de ofender) es esto:




Una fachada. Un muro que contiene vacío en su interior. Típico del mundo de hoy día. Caemos en el fallo de fijarnos en la apariencia externa, en el que dirán... Craso error. Pero ¿quién no lo ha cometido alguna vez?

Imaginemos una nuez. Por fuera no tiene muy buena pinta que digamos. Es rugosa, dura, de forma irregular. Pero dentro contiene el fruto. Igualmente feo en apariencia, aunque, he aquí la diferencia: está delicioso. Todos hemos oído eso de "No juzgues un libro por su portada", y no solo lo hacemos con los demás. Acabamos haciéndolo con nosotros mismos.

¿Por qué somos tan superficiales en cuanto a la apariencia? ¿Tanto nos cuesta ver más allá de la piel? Es muy difícil mirar al interior, muy muy difícil. Son muchas las influencias que nos hacen ver el exterior de la gente y de uno mismo. Pero podemos evitarlo, y eso es lo esencial.

Ponte frente a un espejo y mírate. Al natural. Tu mismo enfrente de ti mismo. Ya está. Qué importa lo que digan tus amigos. Qué importa lo que te digan en clase. Qué importa lo que la gente piense sobre tu imagen. Yo te lo diré: NADA. Valórate, mira dentro de ti. Ya lo decía el Principito: "Lo esencial es invisible a los ojos". Quiérete.

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo con lo que has escrito. Le damos demasiada importancia a una fachada que nada tiene que envidiar a lo que tiene detrás. Y como no, muy buena referencia al principito. Prito, genial como siempre :)

    ResponderEliminar