
La hora había llegado. El momento en el que teníamos que volver a casa. El momento de separarnos. Ya los del sur nos habían dejado hacía unas horas, se notaba su ausencia. Pero el grueso del grupo, la mayoría, como vino se fue. Yo nunca fui de despedidas, ello implicaría que no nos volveríamos a ver; soy menos del "Adiós" y más del "Hasta luego". Lo cual no quita que no me guste dar abrazos de esos que lo dicen todo. "Cuídate, te voy a echar de...