miércoles, 14 de septiembre de 2011

He ahí la cuestión.

¿No eres capaz de expresar tus sentimientos? ¿Te resulta complicado hablar con el corazón? No te preocupes, yo te daré la solución. Es sencillo... tan sencillo que ni siquiera lo habías pensado.

Seguro que recordarás que en alguna época ya lejana la pluma y el papel eran aliados de tu parte sentimental. Pues bien, tendremos que retomar esos métodos si es necesario.

Venga. Inténtalo. No es tan díficil como parece. Obviamente no empezarás escribiendo grandes obras, bellos versos como los grandes. Poco a poco. Este proceso te puede llevar horas, incluso días, tal vez semanas; pero es eficaz.

Comienza. Toma un folio y empieza a escribir: "Querida...", demasiado visto; "Eh, tú, rubia", muy vasto. Lleva su tiempo jugar con las palabras y completar el rompecabezas. No todo encaja siempre. Rompe la hoja, empieza otra vez.

Mal. MAL. ¡¡MAL!! Que frustrante comprobar que lo escrito no refleja completamente tus sentimientos. Ya van 12 intentos. 57. 94. 136. Pero no desistes, y ya el siguiente texto sale perfecto. De repente, sin quererlo.

Ahí tienes tu mejor arma. Ahora te falta usarla. Lo demás viene solo...

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